Vivir en armonía y sin violencia

La creación implica el proceso de unir

substancias. En el transcurso del tiem-

po, lo que fuera unido se debe separar

y liberar.  La persona es creada, de mo-

do que algún día tiene que perecer.

Ahora bien, algunos nacen felices y

disfrutan de vidas saludables y feli-

ces, mientras que otros nacen sumi-

dos en penurias.  Algunos otros nacen

con deformidades físicas o mentales.

¿Quién los lastimó o los hirió?  Dios no

es la causa de estas diferencias.  Cuan-

do cierta tarea se ejecuta una y otra

vez, se convierte en un hábito, una

habilidad, ¿verdad?  Por tanto, la ha-

bilidad o hábito que exhibe un recién

nacido debe tener su causa en una

constante repetición efectuada hace

mucho, mucho tiempo.  El sufrimien-

to, las penurias, las discapacidades,

o bien la salud y la felicidad, son con-

secuencia de las acciones que una

persona se permitió realizar en vi-

das previas.  Por lo tanto, eviten la

violencia.  Todos deben vivir juntos,

en paz y armonía, sin causar ni

sufrir daño.

              -BABA 

Todos pertenecemos al mismo Principio Divino

Todos pertenecemos la mismo Principio

Divino.  La Divinidad que está presente

en todos, en forma de una pequeña

chispa, existe en Mí como una llama

completa, y es Mi misión desarrollar

cada pequeña chispa de Dios en todas

las personas, hasta que ésta llegue a

la totalidad de la llama Divina.

Aquéllos que quieren obtener perlas

del mar tienen que sumergirse pro-

fundamente para obtenerlas.  No les

ayuda chapotear en las aguas poco

profundas, cercanas a la orilla y de-

cir que el mar no tiene perlas y que

todas las historias sobre éstas son

falsas.  Así mismo, si una persona

quiere obtener el amor y la gracia

de este Avatar, también deberá

zambullirse en lo profundo y sumer-

girse en Sai Baba.  Sólo entonces

será uno conmigo y Me llevará

íntimamente en su corazón.

               -BABA



Brahmavid Brahmeiva Bhavati

El verdadero propósito de repetir el Nombre

Divino y emprender la meditación, es purifi-

car la mente y el intelecto.  Para lograr esto,

lo mejor es la meditación pura y serena (sát-

vica).  Con el tiempo, cuando la mente y el

intelecto lleguen a ser puros, brillarán con el

esplendor de la concienciación del Atma (el

ser divino interior).  Alguien en quien brilla

plenamente esta comprensión es llamado un

Rishi (sabio).  Se suele decir:  "Brahmavid

Brahmeiva Bhavati": 'Quien conoce el Atma

se convierte en el Atma mismo'.  La meta

en la vida, aquello que hace que la vida val-

ga la pena, es la comprensión del Atma,

y el logro de la unidad con él.

                    -BABA



Cada persona y cada nación tienen un papel

Así como cada persona es una entidad

única, también cada nación tiene una

individualidad única.  Cada persona es

diferente a las demás en ciertos aspec-

tos, y está dotada de algunas caracte-

rísticas especiales que le son propias.

Así también, cada nación tiene cier-

tos rasgos especiales que no se hallan

en las demás.  Cada persona tiene que

actuar su papel, como parte del siste-

ma.  Su previo Karma, o actividad, ha

determinado un lineamiento o camino

especial para ella.  La historia de las

naciones es la misma.  Cada una tiene

que interpretar un papel, establecido

de antemano por su destino.  Cada na-

ción debe entregar a la comunidad mun-

dial un mensaje especial, que le es propio.

                    -BABA



Sin Dios no puede haber Cosmos

Hoy la gente piensa erróneamente que la

espiritualidad no tiene relación con la vi-

da mundana y viceversa.  La verdadera

espiritualidad es una combinación de es-

piritualidad y obligaciones sociales.  La

unidad nacional y la armonía social están

fundadas en la espiritualidad.  Es la Divi-

nidad quien vincula la espiritualidad con

la existencia social.  El Creador y Prakriti

(la Creación) están inextricablemente aso-

ciados uno con otro.  Por lo tanto, no se

puede considerar que Dios esté separado

de la Creación.  Vean a Dios en el Cosmos.

Por ejemplo, tomemos un vaso hecho de

plata.  Quien observa la plata en el vaso,

piensa sólo en la base material, y no en la

forma del vaso.  Quien observa sólo el va-

so, no se da cuenta de que está hecho de

plata.  Sólo la persona que pueda recono-

ver tanto la plata como el vaso será capaz

de ver un vaso de plata.  De la misma ma-

nera, sin Dios no hay Creación.  Sin embar-

go, la mayor parte de la gente ven sólo la

Creación; muy pocos reconocen que la

Creación es una proyección del Creador.

Es esencial que todo ser humano se dé cuen-

ta de que sin Dios no puede haber Creación.

                   -BABA 



Dice Silver Birch

Añade a tu fe, conocimiento.

Añade a tu conocimiento, fe.



La oración sin esperar sus frutos

Si a cada paso ansías el fruto de tus actos,

serás superado por la pasión.  Si el fruto

no está disponible, la laxitud y el disgusto

superarán gradualmente al aspirante espi-

ritual, y la repetición del nombre y la me-

ditación lentamente se secarán.  Éste es

el inquieto y apasionado camino rajásico.

Para algunos, el Señor sólo acude a la me-

moria en tiempos de peligro o sufrimiento

agudo, o cuando son víctimas de una pér-

dida o un dolor.  En tales momentos, esas

personas oran y hacen votos de organizar

adoraciones rituales (Puja), ofrecen algún

alimento especial, erigen un templo al Se-

ñor, etc.  Estaremos calculando la cantidad

de alimento puesto ante el Señor, el tributo

ofrecido a Sus pies, el número de reverencias

ejecutadas y el número de veces que dimos la

vuelta al santuario, ¡y pediremos una recom-

pensa proporcional!  Para quienes adoptan esta

actitud en la meditación, y siguen el obtuso

camino tamásico, nunca serán puros ni la

mente ni el intelecto.

                         -BABA   



El camino de la meditación

En el camino puro y sereno de la meditación,

considerarás un deber la repetición del Nom-

bre Sagrado, y por él soportarás cualquier

cantidad de dificultades; estarás totalmente

convencido de que este mundo es tan sólo

una ilusión, de modo que harás el bien bajo

cualquier condición y en todo momento.

Desearás sólo el bien de todos, y siempre

amarás a todos; pasarás el tiempo recordan-

do al Señor y meditando sobre Él, sin inter-

rupción.  Ni siquiera ansiarás el fruto de re-

petir el Nombre y hacer meditación;

se lo dejarás todo al Señor.

                     -BABA



La Realidad Suprema

Si logran el control de los sentidos, la

limpieza de la mente, la concentración

y el silencio interior, lo que inicialmente

aparecía como una necesidad lógica, más

tarde amanece en la conciencia purifica-

da, como una Voluntad Positiva Perma-

nente Impersonal (Prajnanam Brahma).

A través de la práctica incesante de la

Verdad, la Rectitud y la Fortaleza, la

Divinidad durmiente en la persona se

verá inducida a manifestarse en la vida

diaria, transformando cada día en la ale-

gría de amar de verdad.  Conoce la Rea-

lidad Suprema, respírala.  Báñate en ella.

Vive en ella.  Entonces ella se convertirá

en todo tú, y tú llegarás a ser totalmente

divino.

-BABA



La repetición del Nombre de Dios y la meditación

La repetición del Nombre de Dios y la medi-

tación nunca deben ser juzgadas con crite-

rios meramente externos; deben ser juzga-

das por sus efectos interiores.  Si alternamos

entre la impaciencia y la pereza, y si nos

preocupamos siempre así:  "¿Por qué no ha

llegado todavía? ¿Por qué está aún tan le-

jos?", entonces todo se reduce a simple-

mente repetir el Nombre, y a una medita-

ción con el ojo puesto en los frutos de la

misma.  El único fruto de la repetición de

los Nombres Divinos y de la meditación es

la conversión del enfoque exterior en un

enfoque hacia adentro; la visión de la rea-

lidad de la bienaventuranza átmica.  Para

esa transformación tenemos que estar siem-

pre activos y esperanzados, sin importar

el tiempo que nos tome, ni las dificultades

que hallemos.  No debemos evaluar el cos-

to, ni el tiempo, ni la dificultad.  Debemos

esperar que descienda la Gracia del Señor.

Esta espera paciente es, en sí misma, parte

de Tapas (la austeridad de la meditación).

Adherirse resueltamente al voto es austeridad.

                       -BABA

El poder de Maya

¿Cómo podrían conocer la Verdad Suprema

aquellos que son conscientes únicamente

de los placeres sensuales?  El ansia por los

placeres sensuales oculta la verdad al ojo

interior.  Esa ansia se manifiesta de múl-

tiples maneras, creando más y más deseos

e instaurando más y más incitaciones a la

acción.  Éstas ocultan la verdad a nuestros

ojos, como un grueso velo.  El percibir este

velo es un gran paso en el progreso espiri-

tual.  Éste es el Principio de Maya (ilusión)

del Vedanta.  Desde tiempos inmemoriales,

a pesar de que la Verdad era evidente en

sí misma, esa cortina la ha ocultado de la

gente.  Afortunados aquellos que alcanza-

ron una gran fuerza de espíritu, mantenien-

do a Dios como su padre, madre, gurú, ami-

go y bienamado.  En su adoración, Dios les

fue más querido que cualquier cosa o cual-

quier persona, de aquí o del más allá.

                       -BABA



Conocerlo a Él

Para que ustedes se liberen de la sucesión

de muertes, el único medio es "Conocerlo

a Él".  No imaginen que son pecadores, ya

que son herederos de la eterna Ananda

(bienaventuranza).  Son 'imágenes' de Dios.

Son por naturaleza sagrados, completos.

¿Hay un pecado mayor que llamar pecado-

res a seres como ustedes?  Se están des-

honrando y calumniando a sí mismos,

cuando aceptan el apelativo de 'pecado-

res'.  ¡Despierten!  Arrojen el sentimiento

de que son el cuerpo.  No se dejen engañar

por esa idea.  Ustedes son el Atma.  Son

gotas de Amrita (néctar de la inmortali-

dad), que no conoce principio ni fin.

Todas las cosas materiales son sus es-

clavas, no ustedes esclavos de ellas.

                   -BABA 



Sé como la abeja y no como la mosca

La mente no debe vagar indiscriminadamente

en todas direcciones, como la mosca.  La

mosca se aposenta en la confitería, y tam-

bién persigue al camión de la basura.  A la

mosca (la mente) hay que enseñarle a com-

prender la dulzura del primer lugar, y la im-

pureza del segundo, de modo que no aban-

done la confitería ni persiga al camión de la

basura.  Cuando se imparte este conocimien-

to a la mente, el proceso se conoce como

meditación.  Por otra parte, observen a la

abeja.  Sólo tiene contacto con la dulzura;

aborda sólo a las flores que contienen néc-

tar; no es atraída hacia otros lugares; de

ninguna manera va hacia ellos.  De la mis-

ma manera, tú debes abandonar todas las

inclinaciones hacia la atracción sensorial.

                      -BABA



Dice Omraam Mikhaël Aïvanhov

Como sabe mostrarse receptivo, el ser

humano puede llegar a convertirse en

un mensajero del mundo invisible.

Pero aquél que se vuelve demasiado

receptivo, es como una esponja que

lo absorbe todo, tanto lo que es bueno

como lo que es malo.  Es preciso pues

estar vigilante.  Cuando piensan en el

mundo invisible, demasiadas personas

tienden a imaginar que únicamente

está habitado por espíritus luminosos

y benéficos.  No, así como la Tierra no

está sólo habitada por gente de bien,

el mundo invisible también está po-

blado por entidades maléficas, muy

a menudo hostiles hacia los humanos,

y que se divierten induciéndoles al

error o persiguiéndoles.  Por esto no

adopten hacia el mundo invisible una

actitud de completa receptividad.

Mientras no hayan realizado el tra-

bajo previo de purificación y eleva-

ción interior que les permita resistir

los ataques de las fuerzas oscuras,

permanezcan vigilantes y activos.



Dirige tu mente hacia las cosas sagradas

Las cosas más importantes a considerar no

son ni el gasto efectuado en oraciones al

Señor, ni el número de años que hemos de-

dicado a las mismas, o las reglas y regla-

mentos que hemos acatado, ni tampoco el

número de veces que hemos repetido las

oraciones.  Las principales consideraciones

son:  con qué mentalidad hemos orado, con

qué grado de paciencia hemos aguardado

el resultado y con qué grado de concentra-

ción mental hemos anhelado la bienaven-

turanza divina, sin que nos importasen la

felicidad mundana ni las demoras; sin pe-

reza, y estando constantemente atentos

a nosotros mismos, a nuestra meditación

y a las tareas que nos correspondían.  De-

bes dirigir tu mente lo más que puedas ha-

cia las cosas sagradas, las cuales otorgan

la dulzura y la alegría asociadas al Señor.

                     -BABA



Dice el Ashtavakra Gita 11:6

"Yo no soy el cuerpo,

ni el cuerpo es mío.

Soy la conciencia misma."

Cuando sabes esto,

ya no tienes ningún

pensamiento sobre

lo que has hecho o

dejado de hacer.

Te vuelves Uno,

perfecto e indivisible.



La adoración de imágenes

En tanto persista el apego al cuerpo material

y a las posesiones, será necesaria la adoración

a un símbolo material.  Se trata sólo de un

medio.  No obstante, muchos condenan la

adoración de imágenes como una supersti-

ción.  Esto no es correcto.  Encontraremos

imposible amar a Dios o adorarle, a menos

que meditemos sobre alguna Forma.  Ésta

es una etapa necesaria en el proceso de

vivir.  Tenemos que aceptarla como tal.

El valor de un árbol se estima en referen-

cia a sus frutos.  Para muchos, la adoración

de imágenes ha sido, y es, una gran ayuda

para poder experimentar el Principio Divino.

                      -BABA 



Dice Sai Baba de Shirdi

Mira la llama

y medita en el fuego.

El fuego consume

todos tus pensamientos,

tus emociones.

E incluso

el orgullo

de la separatividad.



Atención concentrada en el Señor

Los aspirantes espirituales (Sadhakas) de todo el

mundo estarán dedicados naturalmente a la repe-

tición del nombre (Japa) y a la meditación (Dhya-

na), pero antes tenemos que tener claro cuál es

el propósito de repetir el nombre y de hacer me-

ditación.  Sin este conocimiento, la gente cree

que esas acciones están relacionadas con el mun-

do objetivo y que son capaces de satisfacer de-

seos mundanos, y tratan de demostrar su valor

por medio de ganancias sensoriales.  Esto es un

craso error.  La repetición del nombre de Dios

y la meditación, son para adquirir una aten-

ción concentrada en el Señor.

                        -BABA



El servicio

El servicio es una expresión de gratitud hacia

la sociedad.  No se debe efectuar con un espí-

ritu de condescendencia, o para alcanzar algún

objetivo egoísta ulterior.  Debe avanzar a par-

tir del conocimiento de lo que uno debe a la

sociedad.  Deben darse cuenta de que al hacer

servicio se mejoran a sí mismos.  Su nombre,

fama y todas las comodidades que disfrutan

provienen de la sociedad.  La mera gratitud

exige que sirvamos a la sociedad, fuente de

todos los beneficios logrados por el ser hu-

mano.  Lo que se requiere para el servicio

no son materiales ni dinero.  El primer re-

quisito es un corazón amoroso.  Cualquier

servicio efectuado sin un corazón lleno de

amor, es tan seco como el polvo.  Llenen

sus corazones de amor.  Cuando están

inmersos en el espíritu y llenos de amor,

todo parece bueno y hermoso.

                       -BABA



El coraje es el tónico

Realmente me lleno de alegría cuando veo a la

gente que se ha dedicado a duras tareas y ha

sacrificado sus comodidades personales para

hacer felices a los demás.  Lo que el mundo

necesita hoy es trabajo hecho con ese espí-

ritu.  Cada uno de ustedes tiene a la Divinidad

bien introducida en él, así como a también a

la verdad y a la dulzura.  Sólo que no saben

cómo manifestar esa Divinidad, cómo darse

cuenta de esa Verdad, sómo saborear esa

Dulzura.  El coraje es el tónico para lograr

salud y fortaleza, tanto físicas como men-

tales.  Abandonen la duda, la vacilación y

el temor.  No den a esos sentimientos nin-

guna posibilidad de arraigarse en sus men-

tes.  Por medio de la fuerza divina interior

con la que están equipados, pueden lograr

cualquier cosa; hasta pueden llegar a

ser Madhava (Dios).

                   -BABA

                                                                                                                                                                                                                                       



El campo del corazón

El objetivo clave de la educación es el cultivo

de la mente y del espíritu.  Esto se parece  mu-

cho a la agricultura, que provee de alimento y

vestido al ser humano.  Necesitamos Dhanya

(granos) para el mantenimiento del cuerpo;

necesitamos Dhyana (meditación) para el man-

tenimiento del espíritu.  En la agricultura pre-

paras la tierra, plantas las semillas, alimentas

a las plantas con fertilizantes, y recoges la co-

secha.  En la 'cultura del corazón', tenemos que

arar el Hrudaya-Kshetra (el campo del corazón),

arrancar las malas hierbas y las plantas silves-

tres y plantar las semillas.  Las malas hierbas

son las tendencias, actitudes y hábitos perni-

ciosos; los fertilizantes son la devoción y la de-

dicación.  El agua para que las plantas crezcan

es la cualidad del amor.  Las semillas son los

Nombres de Dios, depositadas dentro del cora-

zón purificado.  La cosecha, que es la re-

compensa por toda esta disciplina espiritual,

es la sabiduría.

            -BABA