AMA A TODOS, SIRVE A TODOS

martes, 22 de marzo de 2011

Dios no castiga ni causa dolor



Dios no es responsable del sufrimiento o el
dolor que uno experimenta.  Los pecados
que uno comete son el origen del dolor que
sufre.  La felicidad o el dolor son las conse-
cuencias del bien o el mal que uno realiza.
Dios es meramente un testigo.  Él no cas-
tiga, ni causa dolor. El Jivi (alma indivi-
dual) no tuvo comienzo, es decir, que no
nació nunca; pero se involucra en una ac-
tividad incesante, de modo que debe sufrir
las consecuencias inevitables de dicha ac-
tividad.  Ésta es la ley inquebrantable del
mundo objetivo.  La alegría o el pesar es
la imagen de la actividad en que uno se
involucra; es su resonancia, reflejo y reac-
ción.  Uno puede ser el testigo, sin preocu-
parse por el bien o el mal de la actividad.
Si uno se involucra, el bien deberá experimen-
tarse cuando se hace el bien, y el mal de-
berá experimentarse cuando se hace el mal.
                  -BABA
     


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