Algunos nacen sanos y otros enfermos.Unos
llevan vidas prósperas y despreocupadas,
mientras que otros trabajan toda su vida
en la pobreza extrema. Ciertamente, se
puede argumentar que hay suficientes sig-
nos de parcialidad, de parte de la Creación
o del Creador. Esta inferencia puede pare-
cer justificada desde el punto de vista de
la persona común. La corriente pura de
cultura espiritual declara que esto no es
cierto en absoluto. Dios no es la causa de
las penurias ni de la alegría, de la buena
suerte ni de la mala. Entonces, ¿quién pro-
duce lo malo y lo bueno? La respuesta es...
¡nosotros! La lluvia cae por igual en tierra
arada y en tierra virgen. Sólo la tierra ara-
da se beneficia de ella. No se puede acu-
sar de esto a la lluvia. La culpa es del pe-
rezoso e ignorante que deja su tierra impro-
ductiva. La Gracia de Dios está siempre al
alcance de la mano. No tiene 'más' ni 'me-
nos', ni tampoco altibajos. Nosotros toma-
mos de ella más o menos; la dejamos pasar
o la usamos para nuestro bien.
-BABA
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