En el momento en que llegue un mal pen-
samiento, debes enseñar a tu mente: "Oh
mente, ¿estás en la senda de los valores
humanos, o en la senda de un animal? Es-
te pensamiento es un pensamiento animal
- tú no eres un animal." Entrena a tu men-
te, diciendo: "Oh mente, los seres huma-
nos no están para comer, dormir y disfru-
tar de los placeres. Despójate de todas
las cualidades animales, abandona los há-
bitos previos y los viejos modos. Debes
alejarte de todo mal." Si enseñas así a la
mente, su velocidad disminuirá, y el flujo
de pensamientos cambiará. Debes enseñar
de modo coherente a tu mente para que
transforme tus pensamientos. En el proce-
so habrá dificultades. Pero déjalas llegar;
quien trabaja duro y atraviesa estas penu-
rias, disfrutará de paz en abundancia. Sin
esfuerzo no puede haber ganancia ni pla-
cer. Por lo tanto, no te preocupes por las
dificultades.
-BABA
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