La relación entre el trabajador y el empleador
debe ser como la que existe entre el corazón y
el cuerpo. Ambos están íntimamente unidos;
cada uno depende del otro para su existencia
misma. El amor y el afecto tienen que gober-
nar la relación entre ambos, no el odio ni la
envidia. Trabajen en un espíritu de amor; es-
to les conducirá a la adoración. Es decir: tra-
bajen sin tener en cuenta la proporción de be-
neficio que obtienen de ello. Trabajen porque
es su deber; trabajen porque aman trabajar, ya
que esa es la manera en que pueden ofrendar a
Dios su gratitud por las capacidades con las que
Él los ha dotado. Esta clase de trabajo les con-
duce a la sabiduría, que consiste en reconocer a
la Divinidad en cada ser. Que el Año Nuevo les
otorgue paz mental, y que el ideal de sus vidas
(la toma de conciencia de sí mismos) pueda ser
concretado. Que todas las comodidades y el con-
tento les lleguen por añadidura. Ésta es mi ben-
dición. -BABA
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