Una vez los dioses imaginaron que eran capaces
de obtener la victoria sobre los demonios debido
a su propia fortaleza. Cuando estaban celebran-
do la victoria, apareció ante ellos una deidad, y
depositó una hoja de hierba sobre el suelo. Le pi-
dió a Agni (el dios del fuego) que la quemara;
pero él no pudo hacerlo. Desafió a Vayu (el dios
del aire) a que la levantara, pero él no pudo ha-
cerlo. Provocó a Varuna (el dios del agua) para
que la mojara, pero, a pesar de sus mejores es-
fuerzos, tampoco pudo hacerlo. Luego, cuando
el orgullo de ellos fue desinflado, la deidad les
enseñó el Brahma Vidya (la ciencia de Brahman)
la cual revela la fuente profunda de toda fuer-
za. Esta historia no es nada común; Agni es la
deidad que preside sobre vaak (el habla), por lo
tanto nos dice que el habla tiene que ser humil-
de, y que obtiene su poder sólo a partir del Prin-
cipio Universal básico. Vayu es Prana (el aire
vital). La humildad en el comportamiento y en
la práctica son lo único que importa, especial-
mente en el Sadhana (práctica espiritual).
-BABA
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