La vida sobre la Tierra es posible sólo
gracias al Sol. Para la humanidad, a-
trapada en una existencia insignifican-
te y recorriendo una senda incesante
de actividades fútiles, el Dios Sol se
yergue como ejemplo de servicio in-
cansable y desinteresado. Él no dis-
fruta de ningún descanso en el traba-
jo. Está por encima del elogio y la
censura. Lleva a cabo sus tareas con
absoluta ecuanimidad. Todo lo que
hace es tan sólo para el bienestar
del mundo, nunca para causar daño.
Por eso el Dios Sol nos enseña el e-
jemplo supremo de humilde devo-
ción al deber, sin engreimiento al-
guno. Todos deben aprender cómo
hacer sus tareas con devoción y de-
dicación, tal como lo hace el Sol.
Cumplir con nuestro deber es el más
elevado Yoga (camino espiritual),
como lo señala Krishna en el Gita.
Por lo tanto, que tus acciones y pen-
samientos sean buenos. Entonces
experimentarás la bienaventuranza
divina. -BABA
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