Generalmente, cuando te preguntan dónde
está Dios, señalas al cielo, o a algún sitio de
adoración distante, y dices que está allí, co-
mo si Él fuera simplemente una persona, con
un lugar de residencia definido. Cada indivi-
duo en el planeta es esencialmente divino. Es
la ilusión lo que ha inducido a uno que es Na-
rayana Swarupa (encarnación de Dios) a ima-
ginar que es simplemente nara (humano) y se
comporte como tal. Hay varias maneras de e-
liminar esa ilusión, de acuerdo a las necesida-
des de cada persona que sufre. Pero todo el
tratamiento y todo el esfuerzo es para mere-
cer la experiencia de ser Narayana, y descar-
tar la limitada, atada y relativa entidad lla-
mada nara. Ésa es la cosecha que todos los di-
versos procesos generan. Mientras no compren-
damos esto, no se podrá poner fin a la ilusión,
ni a la pena que de ella resulta. Haz uso de es-
ta preciosa oportunidad: invierte tiempo en
comprenderte a ti mismo.
-BABA
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