Todos los objetos están impregnados del mismo
Principio Divino. Todos los nombres son atribu-
tos de Su gloria. La Divinidad es inmanente e
inherente en cada alma, y el proceso de recor-
darle este hecho a la gente comenzó con el a-
manecer mismo de la historia humana. ¿Qué
hay que hacer para llevar una vida divina?
¡Quitar la niebla que oculta la Verdad! La nie-
bla de la ilusión les hace creer que ustedes
son algo inferior, momentáneo, evanescente
y material. Eso es incorrecto. Todos son san-
tos, puros y partes de la Eternidad. Cada uno
de ustedes brilla en proporción a sus esfuer-
zos espirituales (Sadhana), como las lampa-
rillas difunden iluminación de acuerdo a su
potencia. No hay cuerpo que no esté soste-
nido por el Absoluto. No hay nombre que no
indique al Universal. ¡Todos son de Él!
-BABA
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