Muchos, aún entre los instruídos de este mun-
do, no utilizan la duración asignada a su vida
en procura de los ideales elegidos. Por lo tan-
to sus vidas terrenales son como el viaje de
un barco azotado por la tormenta, que ha per-
dido su ancla y su brújula y se halla atrapado
en medio del océano. Se ven desgarrados en-
tre ideales y metas opuestos; en su ignorancia
y temor, dicen una cosa y hacen otra. La me-
ditación les dará a estas personas fijeza de pro-
pósito, valentía y también sabiduría. La medi-
tación tranquiliza a la mente agitada, la hace
clara y la llena de alegría. El camino de la me-
ditación destruirá la ignorancia, y garantizará
al individuo la unión con Dios.
-BABA
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