Los padres han otorgado este instrumento físico
llamado cuerpo, con el cual podemos servir a
Dios en todos los seres vivos, glorificarle en y a
través de la Belleza y la Verdad, y alcanzar el
Absoluto. Este cuerpo humano es esencial para
liberarnos de la más terrible de las esclavitudes.
Para tener seguras las piedras preciosas, es esen-
cial una caja fuerte. Así también, el cuerpo es
esencial para tener a salvo los dones de la fe, el
amor y el discernimiento. Dios está presente en
todo el Universo. Está en la estrella más distan-
te y en la brizna de hierba bajo tu pie. Podrás
verle, siempre que cuajes este Universo con el
discernimiento, lo batas con el desapego y re-
cojas el néctar con la dedicación. En un grano
de arena, así como en la galaxia más enorme,
se puede encontrar a Dios, mediante prácticas
espirituales diligentes y sinceras. Él es el cen-
tro de cada ser, así como la mantequilla está
presente en cada gota de leche.
-BABA
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