Miren a Arjuna. Cuando se le planteó la decisión
de qué recibir - el ejército completo de los for-
midables héroes guerreros Yadava, o el Señor
Krishna solo, desarmado y negándose a comba-
tir - ¡sin vacilar escogió a Krishna! Él sabía; él
creía; y así fue salvo. ¿Qué ganaría una persona
o país acumulando dinero, oro y grano? La dicha
derivada de la adoración al Señor, que suscita
alegría espiritual, es siempre más deseable que
lo anterior. La falta de fe es fuente de autén-
tica debilidad. El amor (Prema) es la semilla,
la abrumadora experiencia de fundirse en la
Divinidad es el árbol (tanmayatvam), y la ina-
gotable bienaventuranza (Anandam) es el fru-
to. Logren esta consumación, con firme fe en
la Divinidad. -BABA
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