Hay cosas más grandes en la vida, que ase-
guran alegría y paz; procuren obtenerlas.
Todos y cada uno de ustedes se han gana-
do el derecho a vivir con alegría, y poseer
estas grandes cosas; nadie puede arreba-
társelas. Fijen la atención en los valores
eternos, y así no serán derribados por las
ráfagas de la pasión ni los ataques de la
furia. En el pasado, los sabios y santos
controlaron el desvarío de sus mentes, y
permanecieron establecidos en la paz y
la dicha. También ustedes pueden lograr
que el templo del Señor, en el fondo de
sus corazones, no se vea cubierto por las
arenas de la lujuria o la ira (Kama y Kro-
dha). Cuando todos vivan de esta mane-
ra, la comunidad llegará a ser ideal.
-BABA