El signo inconfundible de la lluvia es el
suelo mojado. Así también, el signo de
una persona educada, que ha pasado por
muchos años de escuela, son los buenos
modales. Una persona así será humilde,
sabiendo que el campo del conocimiento
es tan vasto, que después de años de a-
prendizaje, uno apenas ha tocado sus
bordes. También debe estar consciente
de su parentesco con todos los seres, y
debe mostrar una disposición a servir a
los demás con agrado, en todo momen-
to, sin deseo alguno de publicidad. Los
hijos educados deben desenvolverse con
todos, de manera amistosa y sin inhibi-
ciones, sabiendo que Dios es la fuerza
que mueve a cada uno. Dios está tras
todos los buenos impulsos y actitudes
útiles. Todos ustedes son cuentas se-
paradas, enhebradas en un hilo co-
mún, que es Dios.
-BABA
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