Es la dedicación al Señor lo que santifica
todas las actividades. Él es su promotor,
su ejecutor, el dador de las fuerzas y des-
trezas necesarias, y el que disfruta de su
producto. Por eso la dedicación debe ve-
nirles a ustedes naturalmente, porque to-
do es de Él, nada es de ustedes. Su deber
es creer que Él es el impulsor de sus acti-
vidades, y obtener fuerza de esa convic-
ción. Hasta que la herida cicatrice y la
nueva piel se consolide, el vendaje debe
proteger la zona. De la misma manera,
hasta que la realidad interior sea perci-
bida, a la mente afectada por el ego se
le debe aplicar el bálsamo de la fe, la
compañía sagrada y los pensamientos sa-
grados. Cultiven buenos hábitos, busquen
la compañía de los píos, hagan buenas ac-
ciones y sirvan a quienes están en dificul-
tades - todos estos pasos los conducirán
por el glorioso camino del Conocimiento
del Ser. Adopten esta disciplina a partir
de ahora, y sálvense de la pena y las di-
ficultades. Les bendigo para que obten-
gan la fuerza de voluntad para hacerlo,
y persistan hasta conseguir la victoria.
-BABA
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