Sólo pueden percibir a la Divinidad aquellos
que están libres de apego, odio, miedo e ira;
aquellos que están inmersos en el nombre y
la forma del Señor, no reconociendo otro sos-
tén más que Él, y que están santificados por
el conocimiento del Atma. Aquellos que bus-
can al Señor sin desviarse, poseyendo la Ver-
dad, el Amor y la Conducta Recta, Le alcan-
zarán. Esto es absolutamente cierto; aban-
dona cualquier duda que puedas tener. Las
personas permiten que su conciencia interior
se contamine, porque en su ignorancia, se
establecen en el mundo objetivo. Se delei-
tan con los simples sabda, rasa y gandha (so-
nido, gusto y olor), etc. En su búsqueda de
placeres objetivos son tentados a apropiarse
de los objetos que dan placer; fracasados en
el intento, se tornan ansiosos, asustados y
llenos de odio. El temor lo aparta a uno de
sus recursos mentales. Crea una ira que no
puede aplacarse fácilmente. Por lo tanto, el
deseo, la ira y el miedo se manifiestan uno
tras otro, así que los tres necesitan ser eli-
minados para tomar conciencia del Señor.
-BABA
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