La gente sufre de dos tipos de agonía: la
primera puede ser aliviada mediante la
intercesión de los demás, pero la segunda
sólo puede ser aliviada por tu propio es-
fuerzo. Por ejemplo, el hambre y la sed
sólo pueden superarse cuando comes o
bebes. Por más que coman los demás,
¿disminuirá una pizca tu hambre? Así tam-
bién, si tu esposa, madre o hijo ofrecen
ponerse una inyección que te corresponde
¿puede curarse tu enfermedad? El hambre
y la enfermedad de tu alma son así. Debes
ayudarte a ti mismo. La enfermedad que
hoy afrontas es debido a una infección. Es
causada por los virus del deseo, la codicia,
la ilusión, el orgullo y los celos. Estos vi-
rus impiden que tu divinidad brille; provo-
can descontento, preocupación, sufrimien-
to y dolor. Puedes sobreponerte a ellos,
si manifiestas tu fuerza interior. No ce-
das; lucha contra ellos, teniendo fe en
que eres eterno e inconquistable.
-BABA
No hay comentarios:
Publicar un comentario