Toda persona, toda familia, toda sociedad y
toda nación buscan la paz, de todas las ma-
neras posibles. La gente busca permanente-
mente la felicidad. Pero ¿qué es la felicidad
que buscan? ¿Es la felicidad mundana y los
placeres transitorios? Estos no pueden con-
ferir verdadera felicidad. Sólo la felicidad es-
piritual puede dar auténtica felicidad. ¿Por
qué ha perdido la gente la felicidad? Porque
están afligidos por insaciables deseos. Estos
deseos son causa de múltiples enfermedades.
Sólo limitando los deseos, y por consiguiente
eliminando las enfermedades que surgen de
ellos, podemos obtener paz. Toda persona
debe esforzarse, de todas las maneras, en
lograr la paz, como el objetivo más desea-
ble. ¡Encarnaciones del amor! No hay feli-
cidad más grande que el contentamiento
(Santosham). Ninguna austeridad es supe-
rior a la paz mental.
-BABA
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