AMA A TODOS, SIRVE A TODOS

lunes, 3 de octubre de 2011

La disciplina de los buenos hábitos




Los sentidos son por naturaleza extrovertidos.
En consecuencia, arrastran perpetuamente al
ignorante hacia los objetos externos.  Por eso
el aspirante espiritual, dotado de discerni-
miento y renunciación, debe poner obstáculos
a su salida y reprimir sus arranques, tal como
hace el cochero, provisto de látigo y riendas,
con los briosos corceles.  Los sentidos descon-
trolados causan grandes daños.  Por lo tanto,
antes que la concentración, cultiva buenos
hábitos.  La concentración debe tener como
base a Satva-guna (las cualidades puras).  La
mente debe ser purificada mediante el ade-
cuado tratamiento del carácter, a través de
los buenos hábitos.  La concentración tiene
que seguir a este proceso de purificación, no
precederle.  Todo esfuerzo de concentración
sin una limpieza de la mente no es más que
una pérdida de tiempo.  Muchas grandes per-
sonas han arruinado sus carreras por aspirar
a la concentración demasiado temprano, sin
tener la disciplina de los buenos hábitos.
                   -BABA




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