Debemos tener conciencia del valor relativo
de las cosas, y discernir entre lo real y lo re-
lativamente real. La razón y la conciencia
con que hemos sido obsequiados, no deben
ser desperdiciados por negligencia. Tu histo-
ria no debe ser una repetición de la del leña-
dor que recibió como recompensa un bosque
de sándalo, pero que al ignorar el valor de los
árboles, los quemó y los vendió como carbón,
a tanto la bolsa. Ignoras a la Divinidad que
realmente eres, y dejas pasar la oportunidad
de revelarla. La ignorancia (ajnana) es impor-
tada desde afuera; lo que te es innato, lo que
está en tu interior, es la sabiduría (Jnana).
-BABA
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