El devoto es la aguja, siempre atraída
hacia el imán, que es Dios. Pero la a-
guja debe estar cerca, y suficientemen-
te limpia. Si sientes que aún no has re-
cibido Su Gracia es porque la aguja no
está lo suficientemente pura. No has
raspado, mediante los procesos del a-
rrepentimiento, el barro, el polvo ni la
herrumbre que se llaman apego. Y cer-
cana, no significa físicamente cercana.
La distancia entre tú y Yo no la mido en
millas ni en metros. Puedes estar físi-
camente muy lejos, pero mentalmente
a Mi lado. Siempre estoy contigo, en
ti, a tu lado; sólo que tienes que tener
la percepción de Mí, y hacer uso de Mi
Presencia. Cultiva las virtudes, los bue-
nos hábitos y actitudes, y un carácter
noble. Con amor en tu corazón, repite
el Nombre de Dios y adopta prácticas
espirituales; entonces comenzará la
Gracia a fluir sobre ti.
-BABA
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