Deben estar agradecidos a sus padres. Ellos
les dieron el cuerpo, y fomentaron la inteli-
gencia y el amor que están incluidos en él;
de modo que se merecen su gratitud. Ellos
oran cada día por su salud y bienestar, rue-
gan por que se ganen un buen nombre. Si
no les honran a ellos, que son sus dioses vi-
vientes, ¿cómo pueden aprender a honrar
al Todopoderoso, el Creador de todo? Son
los padres quienes les revelan la gloria de
Dios y los medios de adorarle. Son los pri-
meros representantes de la autoridad que
un niño halla, autoridad ejercida a través
del amor y el cuidado. Aprendan a some-
terse a ellos, y aprenderán cómo someter-
se al Señor. Deben conducirse y compor-
tarse de tal manera que sus padres sean
felices. Ése es su deber, y sólo cuando
cumplan con ese deber serán bendecidos
por Dios. -BABA
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