En el camino de la devoción, para aquellos
que regatean y ansían ganancias, la vene-
ración se equipara a la rentabilidad; ven-
den homenaje a tanto por unidad de res-
puesta satisfactoria. Calculan cuánto pue-
den obtener como sirvientes rentados, re-
clamando salarios, pago de horas extras,
premios y demás. Uno debe ser miembro
de la familia de Dios, un pariente, un ami-
go de Dios. Deben sentir que el Señor les
cuenta entre los suyos. Entonces el tra-
bajo no será cansador, podrán sobrelle-
varlo de mejor manera, y también les da-
rá mayor satisfacción. Como recompensa,
el Señor mismo los mantendrá en bienaven-
turanza. Éste es el secreto de la felicidad
humana. Vivan sus vidas según estos linea-
mientos, y nunca se verán afligidos.
-BABA
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