Todas las diversas comunidades de cada nación
deben estar unidas. La humanidad debe llegar
a ser una sola familia. Entonces el mundo se
convertirá en un paraíso. Si se permite que las
diferencias crezcan, las naciones se desintegra-
rán. Aquellos que promueven diferencias entre
las personas están destruyendo el amor y la
compasión en el corazón humano. Están rom-
piendo en pedazos a la humanidad. No hay pe-
cado más grande que éste. Lo que el mundo
necesita hoy es la fuerza redentora y unifica-
dora del amor - el amor que se expande con-
tínuamente, y abarca a más y más personas.
Abandonando las ideas estrechas con respec-
to a la propia religión, nación o casta, desa-
rrollando una visión amplia y cultivando la
compañía de los buenos, pueden elevar sus
vidas y hacerlas significativas y satisfacto-
rias. Empápense de buenos pensamientos,
y desarrollen una actitud magnánima hacia
todos, tomando en serio las sabias palabras
de los mayores y practicándolas. No malgas-
ten la vida ni el dinero. Les deseo toda la fe-
licidad. -BABA
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