Habiendo sido bendecidos con la forma humana, deben
esforzarse por crecer más allá de los límites físico, men-
tal y emocional. Con auxilio del intelecto discernidor,
deben llevarla a la perfección, como lo hace un escultor
con una piedra en bruto. Estén conscientes de su paren-
tesco con Dios; de la Divinidad latente en ustedes, del
inmenso potencial que tienen en su interior. Esto se pue-
de lograr mediante el ejercicio del discernimiento y el
desapego (Viveka y Vairagya). Aparte del ser humano,
ninguna otra forma viviente es capaz de este ejercicio.
Cuando ustedes aspiran a ello con sinceridad, el Señor
mismo les guiará desde adentro, a través de la ilumi-
nación, o a través de algún otro que Él pueda enviar.
No desesperen en este camino; marchen con bravura.
Llenen cada momento con pensamientos acerca del
Señor, en cualquiera de Sus formas.
-BABA
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