Te pido que fijes tu mente en cualquier
Nombre que traiga a tu conciencia la
gloria y gracia del Señor. También en-
trena a tus manos en acciones que sir-
van al Señor que resplandece en cada
ser. Todos los hombres y todas las mu-
jeres son Él. Como barbero, Él afeita;
como alfarero, hace vasijas; como la-
vandero, lava, almidona y plancha. De-
bes saber que Él incita, inspira, plani-
fica y ejecuta. Actúa tu papel como
un títere; el invisible Director desem-
peñará el drama que ya ha dispuesto.
Tomas una hoja de papel en la cual
está impresa Mi Forma, tal como soy
ahora, y caes al suelo ante ella, en un
acto de reverencia. Entonces ¿por qué
no puedes venerar a todos los seres
humanos, convencido de que en cada
uno de ellos estoy Yo, en forma aún
más clara? -BABA
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