Renunciando a las diverdas atracciones y distrac-
ciones de este hermoso universo, vas a un lugar
espiritual, atraído por el llamado del espíritu.
Esta actitud es recomendable, porque la Luz del
Espíritu es verdaderamente el faro para quienes
luchan en la oscuridad de los asuntos mundanos.
La oscuridad crea confusión, y te hace tomar una
cosa por otra. En la oscuridad, hasta el tocón de
un árbol parece ser un ladrón, agazapado, espe-
rando robarte. El conocimiento del Ser es la luz
que dispersará la oscuridad, así como las dudas y
diversidades que ella crea. Sin este conocimien-
to, las personas vagan por territorio salvaje. Se
comportan como si hubieran perdido toda la me-
moria acerca de sí mismos, su origen y destino, y
dando lástima a los sabios. El conocimiento de
nuestra identidad como el Atma es el signo de la
sabiduría, el encenderse de la lámpara que disi-
pa la oscuridad.
-BABA
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