Haz el bien a los demás; con todos los recursos
que estén a tu alcance. No siembres el miedo,
ni inflijas dolor a los demás, ni promuevas la
ansiedad o el sufrimiento. Si te complaces con
el dolor de los demás, sólo sofocas la divinidad
en ti mismo, sacando a la luz las características
demoníacas en el ser humano. El Señor reside
en todos (Ishvara Sarva Bhutanam). Él está en
ti tanto como en el otro a quien dañas. Cono-
ce esto, y abandona todo esfuerzo por arruinar
a los demás. No puedes ayudar a otra persona
- con este acto sólo puedes ayudarte a ti mis-
mo. Con cualquier acción malvada no dañas
a otro; sólo te dañas a ti mismo. Los apegos
exteriores y las características pueden ser
diferentes, pero la realidad interior en ti es
la misma que en "el otro".
-BABA
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