El poder del nombre divino es incomparable.
A menudo la gente lo toma a la ligera; esto
es un error. El nombre de Dios es el verda-
dero diamante - 'muere, mente'(*). Mantén-
ganlo a salvo y seguro. Quienquiera que ha-
ga Namasmarana (la Repetición del Nombre
del Señor), cualquiera que sea el nombre que
tomen, y dondequiera que se hallen, sus vi-
das serán santificadas y quedarán libres de
pecado. No se preocupen demasiado por la
melodía y el ritmo (raga y tala). Canten el
nombre divino, de todo corazón y con fe
completa. La fe desarrolla el amor a Dios.
Namasankirtan (cantar el nombre de Dios),
cuando se hace con absoluta concentración
y fe estable, como un yogui, ayuda a lograr
una gran transformación. Fijen la mente
firmemente en el nombre divino, y alcan-
cen la bienaventuranza.
-BABA
(*)Juego de palabras en inglés, cuyo original es 'die-mind' (muere-mente), mientras 'diamond' significa diamante.
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