El Atma (Alma) está intrínsecamente privado de
apego. No tiene conciencia de sus propias nece-
sidades, ni de la naturaleza de sus posesiones.
No tiene 'yo' ni 'mío', ya que estos son los distin-
tivos de ajnana (la ilusión). Sólo quienes estén
afectados por ajnana podrán sufrir del ego o del
sentido de lo 'mío'. Si bien ante los ojos comu-
nes puede parecer que 'soy el hacedor', la ver-
dad es que 'soy un no-hacedor'. No sólo esto:
los efectos de la acción (karma) no cesan ape-
nas aquella termina. El karma da frutos; el re-
sultado del karma fomenta un deseo por ellos;
y esto a su vez resulta en impulsos para efec-
tuar más karma. Estos impulsos conducen a
nuevos nacimientos. De modo que el Karma
puede llevar al ciclo de nacimientos y muer-
tes; es un remolino vicioso, que te hace dar
vueltas y más vueltas, arrastrándote final-
mente a las profundidades. Por lo tanto, no
deposites tu fe en este mundo, ni en los ob-
jetos del mundo. Cultiva y practica el desa-
pego. -BABA
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