Los aspirantes deben tener siempre la mirada hacia
adentro; si permiten que la mente vague hacia a-
fuera, no podrán identificar sus propias faltas. Es
difícil librarse del orgullo y del amor hacia uno mis-
mo, o el ego (Ahamkara). Durante muchas eras, ca-
da uno ha estado permitiendo a su mente fluir en
la dirección que quisiese. El orgullo impide la vi-
sión interior, y hace confuso el examen de la men-
te. Si queremos lograr el éxito, debemos hacer una
reverencia ante quienes señalen nuestras faltas.
Ésta es la manera de progresar rápidamente en el
camino de la meditación. Los aspirantes deben es-
forzarse por no abrigar más esas faltas. Con res-
pecto a la ira, tienen que permanecer vigilantes
ante los más mínimos temas que la provoquen,
porque si son descuidados, no podrán progresar
en absoluto. Esas personas deben cultivar un
espíritu humilde y amoroso. Entonces los ras-
gos negativos desaparecerán.
-BABA
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