Para concentrarte con efectividad, fija tu atención
en una forma que te dé alegría. Siéntate en la po-
sición Padmasana (de loto) y fija los ojos en la pun-
ta de tu nariz. Al principio practica la meditación
durante un minuto; luego, durante 3 minutos. Unos
días después, prueba a hacerlo durante 6 minutos, y
después de cierto tiempo, por 9 minutos. Así, la con-
centración tiene que ser gradualmente fortificada,
sin prisas indebidas. Muy despacio, la mente puede
ser controlada hasta media hora. Sin prisa pero sin
pausa debe desarrollarse la disciplina. Con la prác-
tica, la mente quedará fijada, y el poder de con-
centración aumentará. Para alcanzar la concentra-
ción puntual debes soportar cierto grado de can-
sancio. Debes sujetar tu mente al Señor, y mante-
ner a todos los demás pensamientos fuera del pla-
no de la mente. Mediante un constante ejercicio
de este tipo, tu visión quedará fijada firmemente
en el Señor que reside en tu corazón. Ésta es en
verdad la meta, y la plena consumación de la me-
ditación. -BABA
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