La mente planea y ejecuta innumerables accio-
nes, y vagabundea por vastas extensiones, todo
en un abrir y cerrar de ojos. Opera con una ra-
pidez inimaginable. Sin embargo, mientras me-
ditamos no se debe permitir a la gente apartar-
se del objeto de la meditación. Toda vez que
escape por la tangente, debe ser conducida de
vuelta a la forma sobre la que se medita. Al
principio se debe meditar sobre una sola forma.
No debes cambiar diariamente de una a otra.
Para concentrarte con efectividad, debes tener
cuidado de no tener como objeto algo que no le
guste a tu mente, porque por más intensamente
que lo intentes, tu mente no permanecerá en-
focada en él. Por lo tanto, al principio ten al-
gún objeto que sea fuente de alegría. Además,
durante la práctica espiritual no debes dejar-
te llevar a pensamientos sobre cosas que no te
gustan, o que te causan dolor, o hacen vacilar
tu fe. Si vienen pensamientos de este tipo, a-
prende gradualmente a darles la bienvenida
como beneficiosos, y busca lo bueno en ellos,
en lugar de lo malo.
-BABA
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