Los impulsos y deseos deben controlarse para
lograr el dominio de la mente. Los deseos ex-
citan a la mente y la hacen correr hacia los
sentidos, como un perro en pos de su amo.
Emprende la repetición del Nombre Divino y
la meditación. Además, cultiva y desarrolla
tu voluntad, tu mente, memoria e imagina-
ción, siguiendo lineamientos correctos. Para
poder controlar la inestabilidad de la mente,
es de gran ayuda la meditación. No es sufi-
ciente conquistar un sentido; todos deben ser
dominados, desde todos lados. Por supuesto,
esto es una tarea muy dura; puedes sentirte
tentado a abandonar el esfuerzo por comple-
to. Pero nunca te descorazones. Sé paciente
y perseverante, y la victoria final será tuya.
Sólo que no debes, como hacen algunos aspi-
rantes espirituales, extraviar el camino de la
disciplina apenas sientes que no tienes tanto
éxito como esperabas. Ese no es el camino
hacia la victoria. Persevera, sé paciente, y
al final obtén la victoria.
-BABA
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