De todas las fábricas que hay en el mundo,
la fábrica del cuerpo es la más maravillosa,
porque es el tabernáculo del Señor. En esa
fábrica los impulsos son sublimados a votos,
y las impurezas son extirpadas; se da forma
a deseos benéficos y se imaginan cosas bue-
nas. Extirpar los impulsos es una tarea muy
difícil. Se puede barrer con montañas más
rápidamente que con estos arraigados impul-
sos. Pero con fuerza de voluntad y entusias-
mo, apoyados en la fe, podemos sobreponer-
nos a ellos en poco tiempo. Los impulsos te
pueden avasallar y mantenerte atado como
su esclavo. Mientras que las bebidas alcohó-
licas te pueden esclavizar y tener en su po-
der por cierto lapso, los impulsos te aferran
durante toda la vida. No abandones tu de-
terminación ni tu fe, cualesquiera fueran las
pérdidas, dificultades u obstáculos. Todo el
significado y propósito de la meditación es
llegar a liberarnos de estos tremendos y múl-
tiples impulsos. -BABA
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