El buscar la alabanza y el evitar el reproche son
impulsos impuros. El mundo es un nido de cuer-
vos; algunos graznan en alabanza, otros en son
de burla. Pero tú debes estar por encima de ala-
banzas o reproches. No des importancia a las
alabanzas. Sólo así puedes ser feliz y disfrutar
de la verdadera felicidad. Cada uno ama a su
propia religión, a su lugar de nacimiento y a sí
mismo. Ama sus propios métodos de adoración,
formalidades y ceremonias. Este amor toma la
forma de alabanza a nuestro propio credo, y de
condena al credo de los demás. Si bien todo es-
to se refiere a nuestra relación con Dios, tales
impulsos son y deben ser clasificados como im-
pulsos impuros. Cuídate de tenerlos. Esas ac-
titudes mezquinas, saturadas de ignorancia, de-
ben ser erradicadas mediante la repetición del
Nombre y la meditación, que llenan el corazón
de sabiduría átmica, amplia y universal. Enton-
ces los impulsos serán tranformados y transmu-
tados en impulsos sagrados, y se desvanecerán.
-BABA
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