Jesús sacrificó su vida por la regeneración
y el bienestar de la humanidad. También
proclamó la siguiente verdad: "Un solo Es-
píritu reside en todos los seres" y dijo: "To-
das las vidas son una sola, mi querido hijo.
Sé igual con todos." Debes considerar al
cuerpo como el templo del Espíritu; ten en
mente que la Divinidad está siempre den-
tro de ti. El cuerpo humano es sólo una
vestidura para el espíritu. Sólo cuando
comprendas esta verdad podrán comenzar
a experimentar a la Divinidad. Recuerda,
dondequiera que vayas, el Espíritu Eterno
permanece contigo. Las personas pueden
ser diferentes en forma y nombre, en co-
lor y nacionalidad, y provenir de diversas
circunstancias históricas. Pero Dios no
tiene tales diferencias. Por lo tanto, no
debes poner reparos a ninguna religión,
ni atacarlas o ridiculizarlas. Debes pro-
fesar cualquier credo que sea de tu agra-
do. Pero no debes menospreciar las creen-
cias de los demás. Eso es una parodia
de la devoción. Debemos respetar siem-
pre a la divinidad que hay en cada ser.
-BABA
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