La Divinidad no está separada de ti. Tú
eres la Divinidad. Debe crecer en ti es-
ta convicción. Al principio te ves como
un simple ser humano. Luego gradual-
mente te das cuenta de tu divinidad en
potencia. Finalmente percibes tu pro-
pia divinidad interior. Embárcate desde
ahora en este viaje hacia el logro de la
unión con la Divinidad. El tiempo no es-
pera a nadie. Concentra todos tus es-
fuerzos en alcanzar a Dios. El requisito
principal es la eliminación del ego; sin
esto, no se puede experimentar la bie-
naventuranza de la Divinidad. Ni la ado-
ración ostentosa, la riqueza, el poder,
ni la posición, pueden ayudarte en la
búsqueda espiritual. No pueden otor-
garte paz, ni quitar el miedo que acosa
todo el tiempo al ser humano. Sólo el
hombre de fe está completamente libre
del miedo. Por lo tanto, cultiva la fe en
Dios, y lleva una vida orientada a Dios.Es
bendito aquel que es consciente de sus
propios defectos. Igualmente benditos
son los que ven lo bueno en los demás.
-BABA
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