La acción desprovista de deseo

Debemos dedicarnos a la actividad con una

mente estable, tanto en la fortuna como en

el fracaso, en lo bueno como en lo malo.  A

menos que el intelecto sea purificado y en-

trenado, es imposible abandonar el apego a

los frutos de la acción, para hacer las cosas

como deber o dedicación. Cultiven esta men-

talidad, y a través de ella libérense de la es-

clavitud de la acción (Karma).  Pueden decir

que desistirán de la acción, antes que prac-

ticar la difícil disciplina de renunciar a los

frutos de la misma;  ¡pero eso es imposible!

El Karma es inevitable.  Ni por un momento

podemos librarnos de la acción.  Cada acto

(Karya) o actividad tiene un comienzo y un

final, pero Nishkama Karma (la acción des-

provista de deseo) no los tiene. Ésa es la di-

ferencia entre ambas. Cuando realizamos la

acción (Karma) con la vista puesta en las ga-

nancias a obtener, tenemos que sufrir tam-

bién la pérdida, el dolor y hasta el castigo.

Pero Nishkama Karma les libera de todos

ellos.            -BABA